Con esa clara soledad de las calles desiertas mi corazón dormido dormido y agotado de buscar trabajo. Un bendito día me encontré con dos amigos del Perú, quienes me dijeron: “¿Freddy quieres ir a tomar café?” Les dije: “Bueno”. Pero no pensé encontrarme con unas personas muy caritativas, muy bondadosas…
Amparito, Javi, y el resto de personas que formamos RAIS. Es por eso que me puse a escribir unas cuantas palabras y les deseo montañas de alegría y volcanes de felicidad, por esa pureza que tienen en el alma.
Emoción con calor, compasión sin rencor, con perdón sin dolor, así es el amor…GRACIAS!
Con mucho amor.