jueves, 7 de julio de 2011

Una nueva vida...


Fui una de las personas que conoció la Fundación RAIS.

De repente, no sé todavía por qué (supongo que por el alcohol). Un día desaparecí.

También fui una de las primeras de las personas, que vendió la revista de RAIS.

Por aquel tiempo, se ganaba bastante dinero. No recuerdo la dirección.

Yo compraba las revistas y luego las vendía a mayor precio del que yo pagaba por ellas. Como casi todos los días, se me acababan las revistas, iba a comprar más.

Me dijeron que me fuera a Ventas a venderlas, ya que la zona donde se encontraba el local estaba saturada. Por un lado estaban las personas que acudían a las citas, la gente que iba a pasar el rato y los que comprábamos las revistas. Total, un mogollón de personas.

Un buen día (en realidad malo), llegué a Ventas y me cuentan que habían robado el dinero, forzando el local. Se habían llevado también los ordenadores. Supongo que la gente que vendía La Farola, pues en aquella época teníamos una fuerte competencia y por qué no, una gran antipatía.

Entonces, empecé a vender otra revista, que no pertenecía ni a La Farola ni a RAIS. Por aquel entonces, yo vivía en la “calle” y mis únicos recursos eran la venta de las revistas.

¡Y lo que es el destino, o la casualidad o como queráis llamarlo! Un día vengo de vender revistas y me encuentro en el Cercanías de Atocha con Carmen, por aquel entonces, Presidenta de RAIS. En fin, que me puse a hablar con ella y salió el tema de que vivo en la “calle”. Entonces, me dice que me pase por RAIS.

Allí, me tramitaron la Renta Mínima, por medio de la Comunidad de Madrid.

Debo decir, sinceramente, y no solo por la Renta Mínima, que estoy agradecida a todos los profesionales de RAIS. Por muchos motivos que no voy a comentar aquí.

Yo seguía bebiendo por temporadas. Entonces, estaba viviendo en el Albergue “Puerta Abierta”.

Me di cuenta de que el alcohol me sentaba cada vez peor. Había perdido el contacto con mi familia, mis amigos y perdido un montón de trabajos muy interesantes a causa de la bebida.

Además, cuando bebía, me levantaba peor a causa de la resaca. Una cerveza que bebiera, se convertía en veinte. Y después ya me daba lo mismo beber vino, que calimocho que whisky (o lo que fuera).
Así que me dije: ¡hasta aquí he llegado! Lo dejo.

Fui a mi CAD y allí me convencieron de lo que yo ya tenía decidido: dejar la bebida.

Fui a una Comunidad Terapéutica y fui a la de Barajas. La verdad es que allí me trataron bastante bien.

Pasó el tiempo muy lentamente (todo hay que decirlo). Entonces, me llamó mi trabajadora social y me dijo que no me tenían que buscar ningún sitio porque ya tenía un sitio reservado en el Piso de Apoyo al Tratamiento de RAIS.

Todavía no sé como se enterarían de que estaba en la Comunidad Terapéutica; supongo que el Albergue se lo comentaría a RAIS.

Mi mayor preocupación era a donde iría después de que se me acabara el tiempo en el Piso de Apoyo al Tratamiento. Entonces me dijeron que iba a poder estar en otro de los pisos de RAIS durante un año; pagando poco y con más libertad.

Imaginaos mi alegría cuando me llamaron del IVIMA y me dijeron que me habían concedido un piso. Yo di la fianza de dicho piso el 20 de enero y las llaves no me las entregaron hasta el 7 de junio.

Últimamente estaba atacada de los nervios, por la espera.

Ya tengo hecho el contrato de la luz y estoy en trámites para el gas. Solo me falta el del agua. Todavía sigo nerviosa y moviéndome mucho.

Lo más importante es que llevo tres años y varios meses sin beber. Tengo mi casa y quiero y debo empezar una nueva vida.

Deseo de corazón, para todas las personas que padecen una adicción, que tengan tanta o más suerte que yo.

Cuando tenga todos los papeles del piso arreglados quiero buscar trabajo y empezar de cero una nueva vida sin bebida y sin tonterías.

A.S.M

PD: Antes de despedirme he de decir, en honor a la verdad, que he sido una privilegiada viviendo en la calle y que he pasado muchos momentos buenos. Mis saludos a todos.

1 comentario:

  1. Loli Martínez- Fundación RAIS en Murcia26 de julio de 2011, 3:48

    Enhorabuena por tu nueva vida, por tu claridad en estos momentos y por ser tan agradecida (incluso con los buenos momentos que viviste en la calle)
    Loli Martínez. Fundación RAIS en Murcia

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