jueves, 22 de diciembre de 2011

El eco de un grito


El reloj marcaba las 5, el tiempo apremiaba, tomamos rápido el último sorbo del café caliente que Mohamed había preparado para la sobremesa. De camino al centro de la ciudad nos contábamos mil y una historias e intentábamos explicar en un  Ã¡rabe – rumano – español que era eso de un “flashmob”. Llegamos a Santo Domingo junto a la Catedral de Murcia, entre el bullicio de la gente vislumbramos  un grupito de personas con periódicos y caretas, ese era nuestro destino.
Por 2 veces lo gritamos bien alto, primero en el centro “cultural” de Murcia y posteriormente en su zona más “comercial”. Gritamos por la dignidad, por la justicia y la visibilidad. Porque estamos aquí, miradnos y eso fue lo que pasó, ya fuera por curiosidad, cotilleo, por no tropezarse, pero nos miraron y nos escucharon. Tras 15 minutos y un precioso manifiesto, todo desapareció, con los deseos y la esperanza de que ese grito hiciera eco en la mente de alguna de aquellas personas perplejas…
 
Que emocionante es sentir la cercanía y el calor del otro, la unión por un fin común...
 
Un abrazo
RAIS Murcia

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